CrónicasUn abrazo y mucho amor y larga vida. Saludos desde Oregón (Portland) Antonio Iborra



9 de julio 2012

“TODO está en todo y cada cosa en su lugar”

La primera lección es recordar que TODO ES DIVINO.

Salgo para USA, escala de una noche en México DF.
Un viaje es como toda una vida, pero en versión reducida. Contiene todos los ingredientes, planes, decepciones, ilusiones, esperanzas, sueños, euforias y al final mucho cansancio.
Lo que te queda, es siempre lo que te sorprende, grata, o  ingratamente. En esta ocasión la primera alarma salta al dirigirnos a Alicante con el carro, para tomar el primer vuelo. Algo se ilumina en el tablero, que podría ser un pinchazo de una llanta. Nada sería más inoportuno, y ya desde aquí se podría ir todo el viaje al traste. No vamos sobrados de tiempo, pero María, con sangre fría, trata de tranquilizarme, yo estoy erizado... Paramos en una gasolinera, revisamos el aire de los neumáticos y seguimos. Falsa alarma.
Aun así, justos de tiempo. A mi pesar tengo que documentar una maleta. La fila esta parada, parece haber un problema con unos tipos, la gente en la fila se inquieta. María, siempre al tanto de todo me consigue otra fila... Me toca, la funcionaria me dice que trato de subir demasiadas cosas a la cabina, pero yo se porque lo hago... Discuto un poco. "Las normas señor”. Odio las normas, cuando sepa donde viven, me las cargo... Cambio cosas de maleta a maleta. Besos a María, paso el control. Llego a la puerta y ya están entrando al avión.
Llegada a Madrid sin novedad, tengo dos horas. Recorrido de interminables pasillos, ascensores, trenes y nueva puerta de embarque...
Ya en el avión para México, María me a elegido bien, el único lugar donde se pueden estirar las piernas, sin ser primera clase, ni puerta de emergencia. El tipo de al lado un español de mi edad, me parece soso y decepcionado por no tener el asiento de al lado libre. En doce horas solo intercambiamos el primer "hola", ni siquiera hubo "adiós".
Puedo estirar las piernas, encoger las piernas o cruzar las piernas, pero doce horas dan para demasiados intercambios de piernas... Leo, veo el video, lo veo porque el audio está roto, de todos modos, por lo que veo, creo que no me pierdo gran cosa.
Al final tomamos tierra en México DF, está cayendo un tremendo aguacero. Los tramites de aduanas, funcionan con bastante fluidez, el equipaje aparece sin novedad. Solo que el semáforo esta vez me sale en rojo, y esto implica que van a revisarme las maletas... Esto tampoco ha sido un problema, una miradita y "pase". Todo en orden. Creo que es de las veces que la aduana me ha funcionado más rápido. Salgo y busco los rostros conocidos, los esperados guerreros, a menudo vienen varios, solo a recibirme... No hay nadie, busco, me muevo, reviso. Nadie.
No me inquieto, solo me extraño. Tampoco pasa nada sin en una hora, no aparece nadie, tengo opciones, ir a casa sede, al Hotel Harare...
Lo que pasa es que meterte en aire bus es como entrar en el túnel del tiempo. Sabes que estad volando por los aires, pero la experiencia real es estar metido en un tubo, un tiempo indeterminado hasta que de repente apareces en otro mundo. A menudo han desaparecido horas de tu calendario, o las tienes que vivir por doble, como en el día de la marmota...
Ahí llegan, Serafín y Raúl, disculpas por el tráfico, la lluvia... Me da gusto verlos, son mis compañeros de armas, a este lado del Atlántico. Me llevan a casa de nuestra hermana y amiga, además de Cinturón Negro Eugenia, donde nos quedaremos esta noche, Raúl y yo, porque mañana hay que salir a las 4.30 de la mañana y Eugenia, que tan amablemente nos ofrece alojamiento, vive cerca del aeropuerto.
Abrazos, besos, bienvenida, Eugenia está dando un Taller, y nos presenta a sus alumnas, en un bello espacio, tiene su Centro de Yoga, da sus cursos, y no lejos, en el parque Yug-do.
Me enseña una espaciosa habitación, el baño, la cocina, y  no tardo en acostarme, aunque a penas son las 9 de la noche, en España son las 4 de la mañana y me caigo de sueño. Antes conecto el Iphon al Wifi, y mando un mensaje a casa...
Noche turbulenta, como es normal, casi no duermo a pesar de la buena cama y el cansancio... Pero ya se sabe cambio de latitud, de altura, de continente... Hoy todo parece tener un efecto diurético porque cada hora me levanto a orinar, aunque no beba... ¿De dónde saldrá el líquido?
A las 3 de la mañana ya me incorporo por aburrimiento, no consigo dormir más, son las diez de la mañana en España. Me ducho, me curo la herida, desayuno un poco y me conecto por skype con María, me parece mentira charlar tranquilamente con ella y con Lorena, solo con el iphon y el Wifi... Nos vemos y gastamos bromas como si estuviéramos ahí mismo...
Raúl se levanta y algo me dice que salgamos con tiempo para el aeropuerto, lo de viajar a USA, siempre me pone la mosca detrás de la oreja...
Llegamos bien, la fila bien, pero cuando estamos documentando el equipaje el funcionario me dice si tengo el formulario de petición de visa para USA, le digo que siendo español y con pasaporte eléctrico, no me hace falta... Pero me equivoco, desde hace dos años, según dice el tipo, es necesario rellenar un formulario por internet, para poder entrar a Estados Unidos, bueno, eso para los españoles, Raúl ya tiene visa... ! Desconcierto!
El hombre me dice que si corro y voy a internet, todavía tengo tiempo, tengo que conectarme y rellenar y enviar un impreso. Le pregunta a Raúl, si el viaja de todos modos, en caso de que a mí no me dé tiempo. Raúl duda, esta tan desconcertado como yo. Le digo que sí, que en último caso se vaya solo y haga lo que pueda...yo intentaría cambiar el vuelo para mañana... Todo se complica. Buscamos internet, no hay tiempo que perder, alguien nos dice que probemos en el Hotel Hilton, que está en el piso superior, vamos corriendo, pasillos, ascensores, de repente estamos en el lobby del hotel, Raúl sacando su computadora... Un conserje se acerca serio y amable, Raúl contraataca... ¿Para conectarse a internet? El tipo nos mira y suelta la temible pregunta... "ustedes se alojan aquí?" -Bueno en esta ocasión no, espeta Raúl, pero tenemos un problema... Se lo resume en un minuto. El conserje dice, tenemos un centro de negocios, pero cuesta cien pesos (6€), de acuerdo, decimos al unísono. Allí pongo la dirección que nos facilito el empleado de la aerolínea !No entra! Algo está mal, Raúl, me dice que siga intentando, se va corriendo, baja dos pisos, pasillos, salta las filas... Regresa, había una letra mal... El reloj corre...
Ya estoy en el formulario, todo lo relleno, pero en el apartado en el que pide el correo electrónico, no consigo poner la @, no sé qué le pasa a esa maldita computadora... No conseguimos poner la arroba... Raúl corre de nuevo, trae al conserje, viendo nuestra patente desesperación se pone al mando, me ayuda a rellenar los campos, me hacen pagar 16$ con tarjeta de crédito y menos mal, que estamos en el hotel Hilton, hay que imprimir el permiso, en ningún otro lugar del aeropuerto lo hubiéramos conseguido. Raúl le da una buena propina, corremos de nuevo, ascensor, pasillos, nos saltamos la fila... La empleada nos mira sonriente !por un minuto!
Pasamos el control policial, donde se toman su tiempo, todavía me sobran dos minutos, para comprarme un té, en el Starbucks...
Ya dentro del avión, donde escribo esto, aun no me lo creo !Lo hemos conseguido! Estamos volando a San Francisco, son cuatro horas, aquí recoger el equipaje y cambiar de avión para Portland...
¿Conseguiremos llegar?
Bueno por ahora voy a echarme una siesta matutina...
Llegada a San Francisco, de repente ya no son las once, ahora son las nueve, dos horas menos. ¿Qué fue de mis dos horas? Viaje cuatro largas y pesadas horas de avión, y ahora el reloj dice que son dos...
Miro San Francisco desde las nubes, me encuentro deseando visitar esas calles empinadas y sus curiosos tranvías, sus puentes famosos, visiones contempladas en tantas películas, pero me temo que solo voy a recorrer el aeropuerto, solo un puente aéreo hacia mi destino.
El pase de la aduana de estados unidos, no me decepciona, largo, escrupuloso, fanático... No esperaba menos. Pero sin mayores contratiempos. En  el registro policial, tras recuperar las maletas y cambiarlas a otra cinta, un hombre mayor, chino, se ríe y no parece entender nada de inglés, en eso me solidarizo con él y hasta le echo una mano con la bandeja. El funcionario de turno, rígido, un Sik, con su turbante y cara de pocos amigos, empieza a exigirle al pobre hombre. El chinito se quita los zapatos, como el Sik sigue chillándole, se quita el cinturón, y como aun sigue diciéndole cosas que no entiende, de pronto se baja los pantalones ante las risitas de la gente y la desesperación del funcionario, que le dice en inglés, ¿Que estás haciendo?, pero quien sabe que entendía el chino, obviamente un hombre de campo, porque cuanto más se echaba el Sik las manos a la cabeza, mas se bajaba los pantalones el chino. Bien empleado, pienso, por ser tan fisgones !bravo por el oriental!
Ya en estados unidos, o en "América" como a los gringos les gusta darse la exclusiva del continente, al pedazo de tierra que ellos llaman "home". Decidimos desayunarnos unos sándwich vegetales y unos tés para dejar tranquilo al estomago.
Un aeropuerto no es realmente representativo de un país, pero en este lo que llama más la atención es la enorme diversidad de colores y de razas, en especial mucho oriental, Dicen que esta es la ciudad más tolerante de USA, precisamente por la diversidad cultural, aunque el paso por el control policial no me dijo lo mismo.
Ya en el ultimo avión, no sé como acomodar las posaderas, demasiado viaje, pero esta vez, casi por inercia estamos llegando a Oregón. Nueve horas de diferencia con España, llamo a María, ilusionado solo para decirle que ya llegue al primer destino, y no me percato de que aunque mi reloj diga las tres de la tarde, en España son las doce de la noche. De todos modos el calorcito del verano hacen que María ande todavía despierta, y nos alegramos de escucharnos, su voz siempre me hace sentir en cada, aunque este al otro lado del globo.
Ahí está Gilberto padre y Gilberto hijo, el hermano y sobrino de Raúl, listos y a las órdenes para llevarnos a su hogar y compartir con nosotros esta fiesta que es siempre el encuentro de los que se quieren encontrar...
Al llegar a casa, ahí está Berta, la esposa, esperándome con un ramo de flores blancas en la mano, para dar la bienvenida al "maestro", como es debido.
Tanta amabilidad me abruma y me complace, da gusto, tanto amor y tanta familia en todas partes...
Mi herida tierna me quiere recordar que hace dos días que vengo viajando... Una madrugada para empezar. Un vuelo de una hora de Alicante a Madrid, otras doce horas hasta México, una noche perdida en el DF, cuatro horas más hasta San Francisco, aun otras dos hasta Portland... Entre esperas, aeropuertos y cambios dos días viajando... Horario y cabeza loca, vida y corazón plenos...
Son las cinco de la mañana y mi familia de Oregón ya rueda con una furgoneta hacia la montaña sagrada de Shasta Mountain...
Ayer pensaba que era un poco loco hacer un viaje de cinco horas de ida y otros tantos de vuelta en un mismo día, lo que no sabía, y me fui dando cuenta, es que iban a ser siete horas para llegar y otras para volver, catorce horas viajando, para estar ahí solo cinco... Es de locos, no es razonable, ni tiene ni pizca de sentido común. De todos modos, la primera parte del viaje transcurrió con relativa facilidad, charla, música, mas charla...
Maneja Fernando, hijo también de Gilberto y Berta, nuestro arreglista oficial del himno del Yug-do y otras canciones aledañas que acabaran formando parte de nuestro LP súper ventas Yug-do Musical...
Fer, es un hombre joven puesto y bien dispuesto a eso de cumplir cabalmente lo que se propone, y claro, músico de corazón y sangre como casi toda la familia.
La ultima parte del viaje esta ya pesada, hace rato que parece que solo falta una hora, pero es la hora que no llega nunca...
Estoy tan cansado, que no creo que haya montaña, ni lugar que pueda merecer lo que estamos haciendo... Al menos hay que quedarse una noche pienso, porque no me puedo hacer a la idea de que tengo que hacer el mismo trayecto de vuelta hoy mismo.
Sin embargo parece que eso a los mexicanos no les parece tan descabellado. Parece que lo ven normal, en Europa a nadie se le ocurriría.
Cuando empezamos a ver la imagen lejana de la montaña sagrada, hoy entre una calima persistente, hago por animarme. La imagen de Shasta es realmente espectacular, y aun sin ser un día claro, rompe el paisaje como un gigante mitológico y nevado, rondara los cinco mil metros. Cada vez se ve más cerca y su presencia es hipnótica, como un imán atrae todas las miradas, y el resto del paisaje, que tiene su belleza, queda completamente eclipsado.
Ya bajo su influjo, empiezo a cambiar de forma de pensar, lo sospechaba, pero no me lo acababa de creer, en el agotamiento final, no podía escucharme a mí mismo decir "Ha valido la pena", siempre vale la pena, no, esta vez me resistía, no creo que valga tanto la pena, van a ser catorce horas rompedoras, sin contar la que llevas encima, dos días viajando, una hernia recién operada...
! Llegamos!! Estamos en el nacimiento y manantial curativo del Rio Sacramento, que nace en la falda y deshielo del propio Shasta Mountain. Allí mientras me estiro un poco, entre un magnifico y fresco bosque de cedros, pinos y abetos, pienso que definitivamente tenemos que quedarnos esta noche, ya regresaremos mañana. Se lo comento a Raúl y a los demás y todos están dispuestos a quedarse, sin duda aquejados de mi mismo mal, ¡agotamiento!
Bebemos, nos refrescamos y de forma natural, mientras esperamos a unos amigos que contacto Raúl, una pareja de Shasta Mountain, nos ponemos a practicar. El lugar tiene un embrujo especial y sin darme apenas cuenta estoy haciendo los 22 movimientos, y algunas Katas,  cosa que no hacía desde antes de operarme... De repente, relajado, can saliendo las cosas, siento que me estoy curando...
A media practica, noto presencias nuevas en el grupo tras de mí, imagino que son los amigos que Raúl, ha contactado y que tienen muchas ganas de conocerme. No miro para atrás para no distraerme, pero las presencias que noto son buenas y limpias.
Al terminar nos saludamos, con Samuel, de origen anglo sajón, y María Nieves, de Madrid, con su hija Alexandra, de unos nueve años... Conectamos de inmediato. Noto gente sensible, hermosa y con una verdadera búsqueda espiritual, llevan viviendo un año por estas tierras sagradas y se les ve con mucha receptividad a todo este mundo del Yug-do.
Explico un poco de que se trata, pero parece que la misma practica ya les ha conectado, diría que el "bicho" del Yug-do ya les ha picado, tanto es así que Nieves está resuelta a venir se hoy mismo para Portland y sumarse a los trabajos desde ya... Y a examinarse si es preciso y dos días alcanzan para que se aprenda lo básico. Claro se entiende que ya tienen un poco de idea, sobre todo porque hace un año, en este mismo manantial conocieron a Raúl y este les entusiasmo con el Yug-do y con su Maestro.
Además Nieves me confiesa que ya ha hecho su propia búsqueda por internet para enterarse algo más sobre ese Yug-do misterioso y su fundador.
Decidimos subir para la montaña, hasta donde nos permiten los carros.
El paisaje es espectacular, y la energía imponente.
Arriba hacemos un trabajo de círculo y consagración. Abriendo los trabajos del Yug-do para norte América, lo hacemos oficial con once guerreros (El más pequeño Gladi, con solo seis años, y cara pícara de viejo monje zen).
Ocho Guerreros Mexicanos, dos Españoles y un Estado Unidense.... Y todo, claro con el apoyo y la fuerza palpable de Shasta Mountain, el Centro Mas Sagrado del Norte de las Américas.
Todo fluye con alegría, amor, abrazos y risas...
El ritual sella corazones y almas de Guerreros de la Luz.
Siento tan completo y claro el trabajo, que ya estoy dispuesto a regresar a Portland.
Sí, el trabajo está hecho. Por razones que trascienden todo razonamiento corriente, teníamos que consagrar el Yug-do en este lugar, ahora toca preparar bien a los Guerreros. Mañana ya nos ocupamos de ello.
La boda mística ha sido celebrada, lo demás son detalles, detalles que nos llevara años perfeccionar, pero lo importante, el árbol, está sembrado.
Samuel, el Guerrero del Norte, me hace entrega de un maravilloso mándala curativo, que el mismo ha confeccionado, y claro, llega en el momento oportuno para sanar lo que tiene que ser sanado.
Hace un año, el gran guerrero y brazo derecho Raúl, anduvo por aquí, con un encargo, abrir los trabajos en el norte. Conoció a esta familia en Shasta, medito y practico las Katas en el bosque, y Shasta Mountain se quedo con su libro de Yug-do, ya que lo extravió entre los árboles.
Raúl transformo a toda su familia de Oregón, con su gran corazón y con el bambú del Yug-do. Ahora ya casi todos son vegetarianos, han construido unas columnas y un altar, para que hagamos el Antenaje, y tiene a todos prendidos...
Pero además Raúl se había propuesto llevarme a estos maravillosos lugares y ha estos corazones abiertos para que el árbol del Yug-do arraigara en profundidad.
! Gracias hermano Raúl! Por tanto amor, dedicación y coraje…
Con Guerreros de esta altura...! Hasta el fin del mundo y mas allá!
Tengo los ojos rojos de agotado y de escribir en el iphon para poder compartir con toda la comunidad Yug-do, las buenas nuevas. Es de rigor y de honor hacer participes a todos del viaje del Yug-do por el país del planeta Tierra, de corazón a corazón y tiro porque me toca...
Gracias María, David, Lorena, Shadai, por ser mi familia, mi equipo más intimo, por vuestros sacrificios que sufren el tenerme a vuestro lado, tanto como necesitáis, para que pueda ser feliz haciendo feliz a esa otra y gran familia del Yug-do de España, Italia, México, Ecuador, Argentina, Chile, y ahora USA, y muy pronto Colombia, Perú, Cuba...
El viaje de regreso a Portland es largo, pesado, muy caluroso, pero el Alma está muy feliz y muy contenta...
EMPEZANDO LA FORMACIÓN
Una vez que el Yug-do está ya consagrado e implantado en USA, toca dejar bien formados a los Guerreros, que van a portar la bandera del Yug-do hasta el último rincón de los territorios del norte, como pioneros, exploradores, aventureros y sanadores del espíritu.
El primer día decido que no nos levantemos, pues llegamos a la una de la madrugada, francamente exhaustos. Así que empezamos con el Antenaje y el estudio, para ir ubicándonos.
Tras el rico desayuno, me desmorono en la cama, es como si no me pudiera mover, y tuviera el cansancio de un año en los huesos. Simplemente paso el resto de la mañana dormitando, han sido tres días sin parar, a todas luces un exceso para mi cuerpo recién operado, pero había que hacerlo.
En la tarde abrimos un Taller de sanación para los estudiantes a Guerreros de la Luz. En un ambiente familiar, compartimos visiones y métodos para aprender a vivir con más integridad.
Mas tardecito, aprovechando la puesta de sol, tuvimos el Yug-do meditativo, con abundantes estiramientos, y tonificación energética.
El viernes fue un día completo. Por la mañana, práctica al amanecer, con Formas de Dragones y Águilas, quedamos energetizados, y llenos de alegría y entusiasmo.
Luego el Antenaje, como disciplina espiritual, para tras el desayuno, salir a recorrer y caminar por Portland.

Nos llama la atención el río, y alcanzamos a ver un viajo barco de vapor, que hace un recorrido histórico, para turistas. Es asombroso poder contemplar como el inmenso puente se abre por la mitad, para dejar pasar las grandes embarcaciones, todo un milagro de ingeniería.
El ambiente es distendido, y lleno de verde pasto y árboles, entre gansos canadienses, y deportistas, decidimos tomarnos un rato para hacer unas katas sin bambú, mientras a nuestro alrededor, unos corren, otros andan bicicleta, o en patín. Niños, perros, paseantes… Portland se ve una ciudad limpia y ordenada, donde todo parce estar en su sitio. De todos modos no acabo de percibir el alma del lugar, porque todo me resulta, sencillamente correcto, pero sin personalidad propia, es algo así, como un lugar hecho con más cabeza que corazón… Me falta un poco de caos, para mi gusto…
Nos vamos a visitar el jardín de las Rosas, y ahí sí puedo captar el espíritu sensible y amable de sus gentes. Hay rosas de todos los colores y variedades, rojas, amarillas, escarlatas, anaranjadas, blancas y obviamente rosas… Todo el lugar está fuertemente impregnado de un fuerte olor a flor, que casi me marea… Necesito sentarme en una sombra, bajo los árboles y dejarme sentir un rato… Hasta que Raúl me saca de mis ensimismaciones y me conduce donde están los demás, junto a un reloj de sol, que marca las doce en punto. Con una precisión milimétrica, esta llamada, nos anima a realizar una práctica de Yug-do Chi-kung, bajo un hermoso vibrante arce. Es tanta la energía del lugar, que casi nos sentimos volar, como si de repente nuestras manos se hubieran convertido en alas de luz.
Fer, se une a nosotros y vamos toda la familia, o al menos, los que no trabajan a comer a un self service, donde disfrutamos de ensaladas frescas, verduras y nos hacen expresamente una pizza vegetariana, para no hablar de los postres, rollitos de canela, chocolates, helados…
En la tarde, ya estamos casi todos los guerreros reunidos, para la segunda parte del taller de sanación. En esta ocasión todos pasan por la terapéutica, abrir el ritmo craneal, la purificación y el masaje en los pies, el thermi, y su masaje de fuego en la espalda…

Contentos y equilibrados, vamos de nuevo al atardecer, a la práctica del Yug-do meditativo.
Hacemos movimientos, katas, silencios, quietud, y al final una charla de preparación al examen de mañana, que para los Guerreros del Yug-do significa franquear un umbral…
Tenemos ocho Guerreros dispuestos y con muchas ganas a entrarle al mundo del Yug-do: Gilberto, Bertha, Claudia, Fani, Fernando, Luís, Nieves y Feliciano, que con trece años, también quiere ser Guerrero, y se lo quiere tomar en serio…
Ocho es un buen número, y si todo va bien tendremos el grupo de Portland, con toda la familia aglutinando, y un nuevo grupo en Shasta Mountain, con Nieves a la cabeza…
Nos acostamos pronto, para prepararnos para mañana siguiente y el temido examen…
Sábado 14 de julio…LA TEMPLANZA
Inteligencia probatoria
Mañana fresca y radiante. Empezamos con el didgeridoo y la apertura. Le toca a Fani, empezar el examen… Guerrera decidida y valiente ahí va con sus 22 movimientos bien aprendidos, la kata del Dragón… Luego seguimos con el ÁRBOL. Suena la música del Gladiator, Caras de suplicio, de alegría de entrega, Gilberto llora… Feliciano, con sus trece años, lucha por no bajar los brazos, tiembla, pero aguanta. Si uno baja, pierden todos, se suspende el examen y Oregón no arranca… Es a muerte, si, o SÍ…
Todos han resistido, con golpes en el Tantien, miradas a los ojos, determinación.
Pausa para el Antenaje… Palabras de Jesús, en boca de Lucas y su capítulo décimo… “Primero amar a Dios y al prójimo como a ti mismo”. Más tarde, mi amor, María, me envía desde España, el mismo mensaje, cantado, con una imagen de una mujer Diosa, Shasta Mountain, que mueve mis recuerdos y me conmueve… Gracias María, siempre conectada…
Ayer Gilberto le cantó a María por skype, la canción que ha compuesto para Antonio, para los Guerreros de la Luz, para el Yug-do… Todos con María, desde Oregón.
Desayunamos un poco, y luego más tarde sigue el examen…
Todos luchan, todos se entregan, todos ponen todo lo que tienen, hasta Gema, que con seis años, nos trae agua y nos hace una demostración de lo que sabe… ¡Se conoce perfectamente los 22 movimientos y casi la Forma del Dragón! Y derrocha simpatía…
Gladimiro, también con seis primaveras, no se queda atrás. Son la nueva generación y me muestran sus camisetas Yug-do, me dicen: “Nosotros también somos Yug-dos…”
Luego del examen individual de cada uno, de su hora de árbol, les toca luchar con cada miembro de la Escuela, salen todos bien calientes, felices y contentos, pero todo acaba mejor, con los abrazos sentidos de haber aprobado y todos, los ocho, ya son CINTURONES NEGROS DE YUG-DO.
Enhorabuena a cada uno:
Gilberto, el padre y la cabeza de todos, hombre de corazón grande, artista de vocación, sabe encontrar belleza en todo lo que hace.
Bertha, la esposa y madre de esta gran prole. Un Guerrera de amor, una vida de entrega, mientras llora, me dice que lleva mucho tiempo esperando esto… ¡Es el momento!
Claudia, que trabaja en la radio, y sabe reivindicar con sus palabras, la verdad de los desfavorecidos, tiene una energía fuerte y amorosa, como toda gran luchadora, tiene mucho que dar.
Fernando, un hombre fuerte, también músico, soñador y luchador, es Guerrero de nacimiento y un pilar en esta nueva obra.
Luís, tiene la energía de un tigre, por eso ya se sabe la segunda kata, es ágil, brillante y con muchas ganas de salir adelante.
Feliciano, con sus trece años, no se queda atrás es maduro para su edad y con todas las ganas de alcanzar sus metas y sueños, lo va a conseguir, tiene la fuerza y la inteligencia.
Fani, pues fue la primera en examinarse y la veo decida a todo, es una líder y tiene fuerza y mucha capacidad. ¡Adelante Fani, tu puedes!
María de las Nieves, de Madrid, y viviendo cerca de Shasta, es la misma montaña sagrada, despertando… Se ha puesto, ha encontrado su camino, es el  momento y lo sabe… va a ser la primera en formar el grupo en California, con su esposo Samuel, que ha estado presente a través de ella… ¡Adelante Nieves! ERES.
Bueno, y todo ello, gracias a Raúl y su enorme corazón y empeño, a mí solo me ha tocado poner los puntos en las íes, el trabajo es suyo y el mérito de él. ¡¡Infinitas gracias mí amado Raúl!! Tus hechos bien hechos hablan de ti.
Y ya solo queda la celebración y la fiesta, USA está en marcha y el caminante sigue su CAMINO… Mañana regresamos a México. La Escuela de Yug-do de México está esperando, y la gran fiesta y Encuentro de Tolantongo, listo… ¡Para allá vamos guerreros toltecas!
Un abrazo a cada uno…
LA GRAN AVENTURA DEL YUG-DO CONTINUA…